Tiene como objetivo
principal facilitar el
conocimiento de los elementos del medio
ambiente y su
importancia para la vida.
Así también:
- Fomentar el contacto directo con la tierra, sus necesidades y posibilidades.
- Aprender a apreciar lo que nos da la naturaleza si la cuidamos y respetamos, creando lazos afectivos con el entorno natural.
- Valorar la importancia de consumir verduras y frutos frescos cultivados por uno mismo.
- Aprender a consumir agua con responsabilidad y a no malgastarla.
- Estudiar, desde el punto de vista científico, el proceso de desarrollo de los seres vivos: desde el nacimiento hasta la muerte (en este caso, de las plantas).
- Fomentar actitudes cooperativas, a través del trabajo en equipo, para la buena manutención del huerto escolar.
Un huerto escolar es
un terreno de medidas variables (según
disponibilidad del centro) en el que los
alumnos siembran,
cultivan y recogen hortalizas y verduras. Aunque el lugar
idóneo
para tener un huerto escolar es una parte del terreno del centro,
es
posible cultivar determinados alimentos en balcones, azoteas y
cajas. ¡Lo
importante es la dedicación de alumnos y profesores!
A más de obtener los
frutos que dé la tierra, los alumnos se verán involucrados en una actividad de sensibilización y conocimiento de la agricultura, el proceso de abastecimiento
de distintas materias y su transformación hasta la conversión en residuos. Todo
ello se verá reforzado inculcando valores como el consumo responsable de
productos y la sostenibilidad. Otro aspecto positivo de los huertos escolares
es que esta actividad ayudará a reforzar conocimientos dados en las aulas, como
la composición del suelo, el ciclo de lluvias o el proceso obtención de
alimento por parte de las plantas.
Los requisitos
necesarios para la construcción de un huerto escolar
son disponer de un espacio
de terreno o algún tipo de recipiente para cultivar los alimentos, comprar o
elaborar abonos (los naturales son mejores) y conseguir unas pocas herramientas
para sembrar. Es muy importante tener noción sobre las épocas de siembra, los
cuidados necesarios para las plantas y cuándo recoger las verduras o frutas.
Una buena idea, para no agotar los recursos de la tierra es alternar plantas
con pocas necesidades de suelo con otras que requieran grandes cuidados, por
ejemplo, alternar garbanzos y lechugas.
Los gastos que tiene
un huerto escolar, como hemos podido intuir,
son bajos aunque los beneficios en
la educación de los niños son considerables.
ADEMÁS……………
- Regamos el huerto cuando sea necesario.
- Limpiamos el huerto de hierbajos y basura.
- Recogemos las cosechas.
- Plantamos las plantas de semilleros.
- Sembramos distintas especies.
- Observamos cómo las plantas crecen y vemos que de las flores nacen los frutos.